Hay personas que pueden hacerte feliz haciendo algo especial, pero sólo alguien especial puede hacerte feliz sin hacer nada.
La compañía es lo que importa.
AMIGAS DE LA INFANCIA
Existe una clase de amigas, que lo son desde la infancia, quizás en algún momento de nuestra vida dejamos de tener contacto con ellas por el trabajo, las parejas, los hijos, o simplemente se van a vivir lejos de tu ciudad.
Pero hoy, en mi madurez es cuando más os necesito amigas, también tengo más tiempo libre para mí, y parte de éste tiempo quiero dedicarlo a disfrutar con vosotras que sé que me queréis y que estáis ahí, para los buenos momentos y los no tan buenos. Sois muy valiosas para mí.
EN LAS MALAS PARA HACERLAS BUENAS
Es fácil tener amigas cuando estas contenta, amigas para salir a disfrutar, amigas fiesteras, amigas divertidas, alegres.
Pero cuando estas mal, cuando algo se tuerce, cuando no tienes ánimos, cuando tienes miedo a enfrentarte a un cambio en tu vida, cuando surge algún problema; es ahí cuando busco a esas amigas verdaderas que me aportan consuelo, esperanza, fuerza, ánimos. Son sus consejos los que quiero escuchar, es su apoyo el que me sostiene, es esa conexión entre mujeres amigas del alma.
Juntas nos hemos quebrado mil veces y juntas hemos ido recogiendo pedazos de sueños e ilusiones rotos.
La amistad existe porque es lo único que te salva de lo peor que puede pasarte.
ESTAR SOLA, A VECES, NO ES CASUALIDAD.
A veces recibo mensajes de mujeres que no tienen amigas, y la verdad, me toca el corazón pues yo no concibo la vida sin mi pequeño grupo de amigas. Y a pesar de tener un marido estupendo, hijos adorables, una madre que es un cielo y hermanos incondicionales, son muchos los momentos en los que necesito una amiga; porque hay cosas que sólo una amiga, hermana puede entender. Para esa amiga no guardo nada, porque sólo ella puede comprenderme, es a ella a quien recurro cuando estoy mal porque es ella quien mejor me conoce.
Sé que una verdadera amistad es difícil de encontrar y aún más difícil de conservar. Las amistades hay que cuidarlas, tal vez hoy no las necesites, pero te aseguro que mañana te harán falta.
Hay mujeres que al enamorarse dejan a un lado a sus amigas, se centran en ese nuevo amor y lo demás les sobra. Como amiga, no me gustaría ser reemplazada, tan solo necesito saber que estas bien. Una llamada, un mensaje, unos minutos para hablar de nuestras cosas, no es mucho ¿verdad?
Dicen que la amistad es como las plantas, hay que cuidarlas día a día, unas más y otras menos, pero nunca dejarlas secar. Cuesta muy poco y es mucho lo que recibes.
PERFECTAMENTE IMPERFECTA
No me gusta que me des excusas para no quedar conmigo (entiendo perfectamente que prefieras salir con tu chico).
No me gusta cuando callas aquello que te molestó de mí, el silencio forma la distancia.
No me gusta cuando me pides consejo y luego haces justo lo contrario.
No me gusta esos diez minutos que siempre me haces esperar.
No me gusta que acabes con mis cigarrillos cada vez que salimos.
No me gusta que tardes meses en devolverme la ropa que te dejé.
No me gusta cuando dices que estas gorda ¡niña usas la 40!
Pero ¿sabes?,
A pesar de todo, te quiero, con tus virtudes y tus defectos. Eres indispensable en mi vida. Siempre has estado en mis momentos más difíciles como también has compartido mis alegrías, tiene la palabra justa para tranquilizarme y tu mirada me lo dice todo. Contigo es fácil reír y llorar de risa y por supuesto sólo necesitamos unos segundos para pasar de enfados y discusiones a risas y abrazos.
No concibo mi vida sin mis amigas (Córdoba wais)
NO ESTAS SOLA
Con los años nuestro príncipe azul se destiñe mientras las amigas nos ayudan a dar calor y color a la realidad que nos va tocando al vivir.
No dejes que la tristeza ocupe tus días.
Llama a tu amiga, hermana, conocida; interésate por sus vidas. Intenta quedar con ellas, escucha sus bromas y ríe si te apetece.
Vuelve a disfrutar con ellas, son ellas las que te ayudan a salir de ese agujero negro en el que entras después de una ruptura amorosa.
MIS FRUTOS
No ha sido por suerte o por casualidad, siempre he procurado tener un hueco para ellas; un mensaje, una llamada, un café. De alguna manera siempre hemos procurado saber de nuestras vidas (aunque es inevitable que en algunos momentos nos distanciemos por las familias, el trabajo), siempre hay un momento para saber las una de las otras.
Conozco bien a mis amigas, estoy con ellas, las apoyo en sus decisiones, puedo comprenderlas y meterme en su piel al igual que también recibo mucho de ellas. Dar es darse y os garantizo que cuanto más das más recibes.
Estoy convencida que mantener las amigas toda una vida no es fácil, por eso valoro y aprecio más aún ese gran tesoro mío que son mis AMIGAS.
ABRAZOS QUE RECONFORTAN
Sacar lo que llevamos dentro alivia mucho.
A veces necesitamos compartir nuestros problemas con una mejor amiga, es una de las mejores terapias que existen, ella puede ser el mejor psicólogo para ti. Por supuesto esto siempre es mutuo, habrá muchas ocasiones en las que tú serás ese hombro para una amiga.
PERDONA AMIGA
No hay amistad duradera en la que cualquiera de las partes no haya metido la pata alguna vez,
no somos perfectas, todas nos equivocamos,
pero si valoras y aprecias a esa amiga sabrás pedir perdón y perdonar.
Perdona por no darte alguna vez mi tiempo,
perdona si te ofendí con mis palabras,
perdona por aquella vez que te grité,
perdona por no haber estado cuando me necesitaste,
perdona por no ir a verte cuando estabas mal,
perdona por no contar contigo en aquel viaje,
perdona por no contestar tus mensajes,
perdona porque cuando estaba con él me alejé de ti,
perdona por no acompañarte a aquella cita tan importante,
perdona por no devolverte tu libro,
perdona por olvidar tu día y por supuesto perdona cualquier cosa que te molestó de mí.
“El perdón borra lo que el tiempo no borró» Jaime Tenorio Valenzuela
ESE MOMENTO MÁGICO
¿20, 23, 25 años?
¿Tanto tiempo ha pasado sin saber la una de la otra?
Mucho, muchísimo.
Pero sabes?
Hoy al verte, al abrazarte el tiempo se detuvo y por un momento he sentido que teníamos 15 años otra vez.
Sólo nos ha bastado una mirada, un abrazo, un ligero temblor, unas lágrimas, unas risas, preguntas, una charla y vuelta a reír.
He disfrutado de ese momento mágico que sólo las amigas de verdad sabemos.
No sé cuando volveremos a vernos, pero aquí estoy para siempre, amiga.
LAS AMIGAS CURAN 